martes, 4 de enero de 2011

BODEGAS ARAGONESAS

VIÑA BODEGAS ARAGONESAS S.A.
CRUCILLON Y DON RAMON

Normalmente presento un solo vino por ves. Sin embargo, en esta ocasión, se me presenta una oportunidad especial. En diciembre recibí como obsequio dos vinos del viñedo Bodegas Aragonesas, un Crucillon y un Coto de Hayas. Así mismo, recibí la recomendación del Don Ramón (no sé si debería incluir en el nombre el “Pérez Juan”, lo dejo a su juicio).
Las bodegas Aragonesas se encuentran en el área centro noroeste de Zaragoza, España.  Así, están cerca de terruños tan prestigiosos como La Rioja y Navarra. Se especializan en el cultivo de la Garnacha. Y se nota. No conseguí mucha información del viñedo en términos de edad y propietario, pero de la uva, lo que quieran. Realmente les apasionan sus vides. Los resultados son, por demás, elocuentes. Tienen como apelación de origen “Campos de Borja”, que luego de tan felices experiencias, voy a respetar mucho de aquí en adelante, pues no la conocía.
Empezaré por el Don Ramón. Esta recomendación fue un éxito total y absoluto con las damas. Un vino tinto, así lo dice la botella, fresco y dulce, que realmente se me recomendó sin muchas pretensiones como un vino para tomar sin más. La botella, que en el viñedo denominan Botella Jerezana, pero que tiene una amplia similitud con las bordelesas, pensé que vendría cerrada con un corcho como los de jerez. Mas no fue así. De color marrón obscuro, y con un gollete muy pronunciado, está elegantemente vestida con una capsula que cuenta con un listón o precinto rojo y este, a su vez, está fijo con lo que quiere evocar un sello de cera. Las etiquetas, la principal, de color anaranjado con una gran cantidad de texto, bonita sin ser excepcional. La posterior, da información pertinente de la elaboración y la conseguimos adecuada. Además, cuenta con una estampilla de la denominación de origen.

El corcho natural mostró por lo profundo de su teñido que había sido bien guardada y contaba con la impresión “Embotellado en Origen” y con las iniciales de las bodegas en el extremo externo. Al retirar la capsula no conseguimos al corcho limpio. Estaba firme y en buenas condiciones, con olores limpios y sin defectos aparentes.

En copa quieta, apreciamos un color rubí brillante, pero sin herradura. No distinguimos capas pronunciadas. Aromas florales, elegantes y sin notas discordantes.
Al agitarlo apreciamos unas lágrimas atractivas y lentas en su recorrido, a pesar de tener sólo 12.5 º alcohólicos, seguramente apoyadas por los azucares residuales. El bouquet fue sencillamente espectacular. Los aromas a flores se resaltaron mucho mas, de hecho violeta y rosas se destacaban claramente. Complejo y muy evocador. En una palabra delicioso.
En boca, muy franco, una ataque suave, desarrollando lentamente los gustos a flores y frutas maduras, un buen final no muy prolongado pero muy agradable. Excelentemente equilibrado y persistente.
Revisando tanto la ficha técnica como la etiqueta posterior, vemos que es 80% Garnacha y 20% Tempranillo. Los tonos aromáticos principales son claramente atribuibles a la Garnacha y el componente de Tempranillo evita que sea un vino demasiado dulce, le da más cuerpo y matiza su personalidad.
Lo tomamos bastante fresco, alrededor de 12ºC, aunque la ficha recomienda su consumo entre 16 y 18ºC, pero estaba muy refrescante y toleró bien la baja temperatura. Es el único que hemos probado, el 2.008, por lo que no hay punto de comparación para determinar si debe observar más guarda, pero esta tan bueno que es perfectamente bebible como está.
Realmente, una excelente recomendación.
Ahora le toca el turno al Crucillon. De nuevo un vino que no conocía. De acuerdo a la etiqueta principal, un vino tinto.
La botella bordelesa, de color verde, con elegante capsula negra impresa con el logo del viñedo. La etiqueta principal cuenta con un dibujo artístico, el cual no puedo evaluar debido a mi ignorancia en el tema. Es llamativo, en mi opinión, sin ser excepcional. La etiqueta posterior cuenta con descripción del vino y sus características básicas, muy adecuada. También está presente la estampilla de la denominación de origen.
El corcho estaba bastante firme, aunque un poco reseco, sin embargo, lo sacamos con un sacacorchos de paleta, lo que evitó males mayores. Impreso ampliamente por los costados con el nombre y logo de las Bodegas, así como con un número de registro y lo que parece ser un número de serie. Teñido levemente, nos revela que probablemente la botella no haya estado guardada de manera óptima. Presento olores limpios y no mostró defectos.
En copa quieta vimos un color cereza atractivo, limpio y brillante. Los aromas que nos asaltan son los de flores, casi nada de fruta. Al agitar la copa, vemos ese lindo rojo cereza, y unas lentas y elegantes lágrimas, haciendo honor a sus 13ºC. No observamos herradura o capas.
En boca, muy franco con los aromas. Un suave y gradual ataque, cuerpo aterciopelado, pero poco pronunciado, muy agradable, y con un excelente largo final. Muy bien equilibrado.
Según la ficha técnica, es 100% Garnacha, que se nota en el cuerpo, gusto y aromas. Un vino muy franco y fiel a la variedad.
Lo tomamos a la temperatura recomendada (casi) de 17ºC. Muy agradable. No sé si beneficiará de guarda, pues se comercializa como vino joven y, por lo tanto, debido a las características aquí descritas, propias de vinos frescos y jóvenes, es probable que guardarlo por más de 18 meses resulte en perdida de esos matices que hoy lo hacen tan atractivo.
Dicho esto, pruébenlos con el entendido que son vinos ligeros, dulces y jóvenes, pero muy agradables. Déjenme saber que les parecieron.
¡Salud!

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